La ginecología es una especialidad peculiar. Se crea un vínculo en la consulta muy especial, se habla de temas muy personales e íntimos y se establece una relación de confianza que es lo que me lleva a amar cada vez  más mi profesión.

En 2010 fui madre por primera vez y, como yo cuando hago las cosas las hago a lo grande, en 2012 tuve a mi segundo hijo y un año después, en 2013, a la tercera. 3 hijos en 3 años. 

Cuando la pequeña tenía un año, impulsada por la ilusión y la inquietud de aprender y hacer cosas nuevas me decidí a hacer un máster en sexología que, ahora puedo decir, cambió mi vida.

En el máster aprendí mucho sobre sexología, pero sobre todo, conocí gente maravillosa que me hizo reinventarme y buscar nuevos.

Empecé entonces a formarme en un área nueva en aquel entonces: la ginecología estética regenerativa y funcional. Tuve la suerte de caer casi de manera fortuita en Clínica Tufet donde, desde 2015, fui creciendo y aprendiendo en este campo que ahora me gusta llamar «ginecología funcional».

El COVID fue, probablemente, el otro gran suceso que ha impulsado muchos cambios en mi vida (como en la de muchos, imagino). Me vi, de repente, encerrada en casa, prácticamente sin trabajo, haciendo de madre, de cocinera, de ama de casa y, de regalo, de maestra de mis tres hijos de primaria. Fue entonces cuando empecé a pensar en cambiar cosas: me hice yo misma mi propia página web, amplié horizontes profesionales y empecé a centrarme cada vez más en este nuevo campo de la ginecología.

Desde entonces ha sido un no parar. Aunque todavía hago algo de ginecología general (revisiones, etc), me he ido especializando y ya dedico casi toda mi jornada laboral a la ginecología regenerativa y funcional. Hago mucha cirugía de labioplastia, que me encanta y, cuando no estoy operando, estoy en la consulta ayudando en lo que puedo a las mujeres a mejorar su calidad de vida. Porque lo importante no es dar años de vida, sino vida a los años. Y, sobre todo, calidad a esas vidas y a esos años.

Desde enero de 2023 hago todo esto en Clínica Planas, en Barcelona, donde tengo todo lo necesario: las instalaciones, la maquinaria, el equipo de profesionales y, lo más importante, el apoyo de la clínica para seguir trabajando por y para las mujeres.